La tercera entrega numerada de la saga de Tetsuya Nomura es real y no podemos estar más ansiosos por su lanzamiento

En una presentación pre-show que nos dejó más de una lágrima viendo a Frozen confirmado, gracias a Square Enix pudimos probar un poco de lo que será la nueva aventura de Sora. Contando con los mundos Olympus Colliseum (Hércules) y ToyBox (Toy Story), Nomura demostró en esta E3 que Kingdom Hearts III no olvidó de donde salió, pero como en cada nueva iteración una pizca de algo nuevo lo hace toda una nueva experiencia.

De entrada, el choque con una Sora renderizado en Unreal Engine 4 fue espectacular. Habiendo visto a algunos de los icónicos personajes en la historia de KH en este mismo formato durante A Fragmentary Passage no esperábamos ver a estos mundos brillar.

A pesar de esta diferencia gráfica con respecto a las entradas anteriores (utilizando Luminous Engine), la primera parte de la demo no pudo sentirse más como en casa. Un Sora con su atuendo de Kingdom Hearts 2, en un setting clásico en la saga como lo es Hércules, con un jefe gigante y plagado de comandos de reacción. El objetivo, claro estaba, era derrotar al Titán utilizando todo el arsenal de Sora a su disposición, donde el equipo de desarrollo se tomó un par de libertades para mostrarnos los ataques/atracciones típicos de los parques de Disney, algo totalmente nuevo en este mundo.

Caminar por las paredes ya es cosa de todos los días en Kingdom Hearts

En contraparte, Toy Boy fue una experiencia más llana y más de exploración, con la diferencia principal puesta en lo visual y nuestra ubicación. Por primera vez, estábamos en un mundo de Pixar, utilizando las nuevas transformaciones de las Keyblades y luchando con un Sora, Donald y Goofy al mejor estilo Lego. Recordemos que el cambio de aspecto ya se pudo ver anteriormente en mundos como El extraño mundo de Jack y El Rey León, pero sinceramente esta vez y teniendo a Woody, Buzz y al resto de la gang a nuestro lado, esto se sintió renovado.

Todavía estamos a muchos meses de distancia, pero nuestras ganas de jugar lo que en palabras de Tetsuya Nomura será “la última entrega en la saga de Xehanort (antagonista principal)” no tienen límites. El título se ve fresco, nuevo y se juega de igual manera, pero en el corazón sigue siendo un Kingdom Hearts hecho y derecho.

¿Qué otros mundos y sorpresas nos puede tener Square Enix preparados?

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