Nos despedimos de la beta abierta con sentimientos encontrados. ¿Pasará o no el riguroso examen la gente de DICE?
Analizar a profundidad los pormenores de cada nuevo título depende, casi siempre, del producto final. Todo lo demás son aperitivos. Sin embargo, hemos tenido el privilegio de aventurarnos en una de las versiones de lanzamiento mejor logradas de los últimos años. Star Wars: Battlefront sorprende no sólo por cuestiones evidentes como la fluidez de los fotogramas en la versión para consolas o el nivel de extraordinario detalle con que cada elemento ha sido dispuesto en el juego. Sorprende, pues, porque a pesar de habernos otorgado una experiencia limitada, ha logrado contra muchos pronósticos su objetivo: aumentar la expectativa y el deseo irrefrenado de seguir jugando.
Pero no todo es color de rosas, claro está. El sabor amargo dejado por la ausencia, confirmadísima, de un modo historia, permite pensar en un título en donde el carisma y la vigencia atemporal de los títulos anteriores estará ausente. Es evidente que aunque la versión final permitirá jugar en modo offline, estamos ante un título pensado para ser jugado en línea.
Los modos de juego disponibles en la beta así lo han demostrado.
Modalidades (pros y contras)
El modo supervivencia, por ejemplo, en el cual deberemos resistir oleadas de enemigos de toda índole, se vuelve repetitivo después de un rato. La sensación producida nos remite al vil automatismo de algunos ejemplos bastante pobres, como el modo multijugador del Halo 3 (pese a tratarse de una opción destinada al juego en solitario).
Pero si consideramos cuál ha sido la meta principal de los desarroladores (crear un first person shooter orientado al combate masivo en línea), el Battlefront de DICE ha logrado su cometido. A la inapetente problemática del modo supervivencia se contrapone la emoción sin límites, con sus aristas de alegría o rabia según el caso, de los modos multijugador.
El primero de ellos, Drop Zone, es el más parecido en cuanto a jugabilidad a los títulos anteriores. Controlar cápsulas de escape será el objetivo; lo que tiene muchísimo más sentido que los “puntos del control” de los Battlefront I y II, pues representan la mejora de condiciones estratégicas para el equipo que vaya ganando, así como el aumento en la carga total de tropas.
Hemos notado algunos problemas en el matchmaking: formaciones desproporcionadas, combates desiguales entre grupos de 10 A 15. (En una ocasión, incluso, de 8 a 20). Confiamos en que la versión final corregirá estas cuestiones menores.
Walker Assault puede resultar complicado las primeras veces. Se trata de un mapa gigantesco capaz de desorientar hasta al jugador más experto. En él encontraremos héroes luchando por la supremacía, combates aéreos de gran magnificencia, y por supuesto, el típico trabajo de infantería.
Algunos jugadores han realizado reclamos con respecto a la supuesta inferioridad de la Alianza Rebelde. Tras muchas horas de juego confirmamos que es difícil, sí, porque debe de serlo. Tal y como sucede en la saga original, el Imperio es una fuerza superior, descomunalmente superior, pero no es imposible derrotarlo. Para vencerlo en este título sólo hace falta trabajo en equipo y buena disposición. Nada más.
Conclusión
Por primera vez, la sensación de estar en una verdadera guerra se ha hecho tangible, con todo el horror y la magnitud que esto implica. La cantidad ingente de jugadores, ejerciendo su imperio por tierra o por aire, nos ha recordado que en una pugna como esta no dejamos de ser pequeños y prescindibles.
Battlefront nunca ha sido un título para hacernos sentir protagonistas. Creemos, no obstante, que la heroicidad está en los pequeños actos, y que un sacrificio o una acción bien desarrollada pueden cambiar el curso de la batalla. En ese sentido, el producto de DICE provee.
Estamos ante uno de los betas más jugados de la historia, con nueve millones de usuario a lo largo y ancho del globo. Star Wars ha resultado ser una marca poderosamente influyente, y como tal ha entregado algunos títulos que, aunque amparados por el nombre, siguen siendo dignos de olvido. (Mención especial para el Star Wars: Bounty Hunter de PlayStation 2). Por suerte, Battlefront no parece ser un mod del Battlefield 4, sino un producto de espíritu único e irrepetible.
Esperamos ansiosos la versión final y corregida. Mientras tanto, el camino que conduce al fantástico reencuentro con esta galaxia muy, muy lejana, se va haciendo más corto. ¿Estamos preparados?