Luego de años de desarrollo y varios retrasos, Bandai Namco y los creadores de God Eater nos traen un título que mezcla la formula “Souls” con una estética a puro Animé

Desde el principio percibimos a Code Vein como un “Dark Souls pero de anime”, lo cual no es incorrecto, pero cierto es que se queda a mitad de camino si lo comparamos con los títulos de From Software que a esta altura han creado un propio género dentro de los videojuegos.

Aún así, lo nuevo de los creadores de la saga God Eater ha hecho ruido durante éste último tiempo y trata de hacerle frente a una fórmula que viene en ascenso durante los últimos años:

 

Lucha por la supervivencia 

Comencemos por la historia: Code Vein se desarrolla en un mundo post apocalíptico habitado principalmente por tres tipos de individuos: los “Revenants” (o resucitados), una especie de vampiros que mantienen su cordura alimentándose de sangre, los “Lost” (o perdidos), individuos que se dejaron llevar por esa sed de sangre hasta mutar y ser consumidos por la locura, y los humanos.

Nosotros formamos parte de esa primera especie y nuestro principal objetivo (lejos de entrar en mucho detalle para no spoilear la trama) es defender a la raza humana de los perdidos y, además, buscar una forma de solucionar el problema de la falta de sangre para los resucitados. Con esto, se busca lograr salir del lugar infernal donde nos encontramos, el cual se encuentra rodeado de una niebla tóxica. ¿Cómo lo conseguimos? Activando una suerte de fuentes de sangre escondidas por el resto del mapa.

Lo cierto es que la historia puede parecer un poco insípida al principio, pero a medida que van pasando las horas va encontrando el rumbo, desarrollando cada personaje de forma extraordinaria pero con una narrativa que deja un poco que desear. Ni hablar de las cinemáticas. Uno de los puntos más flojos del juego sin lugar a dudas, con altibajos que llegan a puntos bastante altos por momentos (sobretodo al final), pero que en su mayoría deja mucho que desear. 

 

El resucitado elegido

El papel que protagonizaremos en esta historia, es el de uno de los Revenants, el cual creamos al principio del juego con un apartado de customización realmente a destacar. Uno de los puntos más fuertes del juego sin lugar a dudas, pero también uno de los pocos. 

Obviamente, nuestro personaje debe destacar entre los demás Revenants. ¿Cómo? Principalmente por dos cuestiones: La primera, es la habilidad de poder activar las fuentes de sangre, y la segunda, es que podemos cambiar nuestro código de sangre a voluntad, habilidad que sólo nosotros poseemos entre todos los resucitados. Estos códigos de sangre cambian nuestras estadísticas y habilidades.  Luchador nos permite utilizar habilidades cuerpo a cuerpo, Conjurador se enfoca más en ataques mágicos a distancia, Explorador se orienta en soporte y defensa, y así tenemos más de 30 códigos que cambian nuestra forma de jugar. Estas habilidades llamadas dones tendrán un costo en consumición de Icor, el cual podremos regenerar drenando sangre de nuestros enemigos. Además, tendremos una gran variedad de armas y armaduras que podremos ir mejorando durante nuestra aventura con materiales que encontraremos venciendo enemigos o escondidos en el mapa.

Por otro lado, iremos subiendo de nivel utilizando Haze (¿Almas?), que obtendremos de enemigos, llevándolo a pequeños checkpoints en el mapa llamados Mistles (¿Hogueras?) con mucho cuidado ya que si morimos, perderemos la cantidad que hayamos recolectado y tendremos que ir a buscarlas nuevamente. Si, todo esto suena muy familiar. 

Lo cierto es que las diferencias que tiene Code Vein con cualquier juego de la saga Souls, hacen que en el primero no se sienta muy gratificante la progresión de nuestro personaje. Las estadísticas sólo suben o bajan a medida que subimos de nivel y dependiendo el código de sangre que utilicemos, además de lo que tenemos equipado. No podemos subir nuestras stats a dedo, y subir de nivel no se siente tan satisfactorio.

 

Dificultad ATP

Aún así, no necesitamos un verdadero plan de acción para poder avanzar en Code Vein. La dificultad se mantiene desafiante pero no a un nivel frustrante, lo que lo hace sentir como un Dark Souls para principiantes. Y esto, cabe aclarar, no está para nada mal. 

La jugabilidad es sencilla: Tenemos dos tipos de ataques, uno débil y uno fuerte. Podemos rodar para esquivar ataques, defendernos, y usar las habilidades que brinde nuestro código. El combate se siente sencillo y poco mecánico, es decir, casi siempre nos vamos a encontrar rodando detrás de los enemigos y apretando botones hasta que tengamos que volver a esquivar. Las habilidades son pintorescas, pero la mayoría de los combos que se pueden hacer con ellas no resultan muy provechosas.

La forma de jugar los famosos juegos de From Software es morir una y otra vez hasta poder encontrar los puntos débiles de nuestros enemigos, aprovechar esa ventana de oportunidad y así poder vencerlos. Code Vein no se espeja en esos atributos, pudiendo vencer a la mayoría de los enemigos sin idear ningún tipo de plan previo, ya que muy pocos adversarios tienen el poder de derrotarnos de un solo golpe lo que, nuevamente, hace de esta experiencia una menos frustrante pero menos gratificante al final del día. 

Además, una de las características principales que nos da una gran ventaja es la posibilidad de pasarnos todo el juego con un acompañante a elección, el cual podremos cambiar a lo largo de nuestra aventura. Dicho acompañante puede ser otro jugador o un personaje controlado por la máquina, el cual dicho sea de paso es de una gran, GRAAAAN ayuda. Y es que si nos morimos, nuestro acompañante puede revivirnos casi inmediatamente y sin perder nada, una habilidad que puede obtener de nuevo a los pocos segundos. Además, dicho personaje puede utilizarse de anzuelo, teniendo que preocuparnos solamente de atacar al enemigo y esquivar habilidades de área. Esto hace que la dificultad se vea extremadamente reducida, aunque siempre podemos jugar sin ellos para apreciar un verdadero desafío. 

 

Luchando con amigos

Como mencioné previamente, Code Vein puede disfrutarse con amigos a través de internet pero sólo de forma cooperativa, por lo que queda afuera cualquier tipo de combate PVP (adios invasiones).  Aún así, esto viene con distintas limitaciones. 

Nuestro compañero sólo podrá unirse si ya superó cierto punto de la historia en el que nosotros nos encontremos. Además, el jugador invitado sólo podrá levantar objetos que tiren los enemigos, y no los que se encuentran en el mapa. Aún así, la progresión se guarda para ambos jugadores, por lo que es una buena forma de subir de nivel y mejorar habilidades para luego utilizar en su propia partida.

 

 

Estética y rendimiento

Se debe destacar que Bandai Namco Entertainmenthizo un espectacular trabajo en cuanto a estética, con un aspecto estilo animé maravilloso en sus protagonistas, pero con diseños simples en cuanto a enemigos y ambiente.

Los escenarios terminan siendo un tanto repetitivos y sólo dos o tres zonas son las que realmente parecen imponentes, dejando de lado pasillo tras pasillo.  Lo mismo pasa con los enemigos, los cuales se van repitiendo a lo largo de toda la aventura y cambiando algún que otro detalle aquí y allá, quedándose en una variedad un tanto escasa.

Lo que llega para salvar el día es el apartado sonoro, con temas musicales que acompañan demasiado bien tanto en la acción como en las cutscenes. En este punto, nada para reprochar realmente.

 

 

Por último, la optimización no es la mejor, con algunos bajones de FPS si hay muchos enemigos en pantalla, sobreposición de modelos por doquier, cargado lentísimo de texturas y algún que otro bug molesto que podemos llegar a encontrar.

Todo esta suma resulta en la idea de que Code Vein llegó al mercado un poco antes de lo esperado y a las apuradas, lo que no parece raro luego de los altibajos que sufrió su desarrollo.

 

Conclusión

Code Vein no sabe bien qué es lo que quiere ser. Es una suma de ideas que se quedan a mitad de camino y no terminan siendo ejecutadas de manera provechosa. Aún así, es una aventura que te mantiene enganchado de principio a fin, con un combate bajado de tono pero disfrutable, y una historia que da tela para cortar. Lamentablemente, la falta de cuidado en algunos aspectos hace que se sienta poco pulido y un tanto repetitivo.

7.0

Good

  • Apartado estético impecable
  • Diversidad de códigos de sangre y armas
  • No se siente para nada frustrante, aunque...

Bad

  • ... tampoco se siente gratificante a fin de cuentas
  • Escaso diseño de enemigos y niveles
  • Poco pulido en múltiples aspectos
Author Nacho Arias
Published
Views 3682

Tweets