Destiny estrena nueva expansión. ¿La última gota que le sacará Bungie a esta primera entrega antes de darnos la continuación?
Destiny: se lo ama o se lo odia. Para algunos, la mejor unión de shooter y rpg; quizás hasta MMORPG, donde la primer “M” en realidad sería “masomenos”. Para otros, simplemente un embole.
¿Vale la pena?
Naturalmente, es la primer pregunta que surge sobre Rise of Iron. Comprar hoy “Destiny – The Collection” por USD 60 incluye absolutamente todas las expansiones (aún Rise of Iron). Y, sin lugar a dudas es una ganga: Un contenido enorme, pocas veces ofrecido por ese valor.
En caso de que ya tengamos las expansiones anteriores, los USD 30 que hay que desembolsar por Rise of Iron podrían considerarse excesivos. Pero si pensamos que otros shooters ofrecen por USD 15 un contenido mínimo de mapas y alguna otra cosita más, la comparación, pese a ser odiosa, nos hace mirar con mejores ojos la oferta.
La campaña
Rise of Iron agrega una nueva línea argumental, es decir, una campaña (breve, muy breve) con una historia realmente épica y disfrutable.
En esta oportunidad es Lord Saladin, quien se centra en el relato. La campaña nos da un vistazo sobre los acontecimientos en los cuales la orden de los Lords of Iron, precursores de los Guardians, quedan prácticamente exterminados para proteger al mundo de una tecnología llamada SIVA.
Para mayores datos, SIVA es una especie de nanotecnología que se utilizó para crear medios para el avance de la humanidad. La referencia a la deidad tiene que ver con que esta tecnología podría utilizarse también para la destrucción, con lo que amenazaba destruirlo todo. De esta manera, para contenerla y salvar al mundo, casi todos los últimos miembros de la orden efectúan el sacrificio extremo. Es decir, la palman re feo.
Así es como Bungie sienta las bases del relato, para luego devolvernos al presente, donde desde La Torre (último bastión de la Humanidad en su lucha contra The Darkness) nos envían para investigar actividad inusual de Fallens. Lo inusual radica en que se trata de zona montañosa, la cual en principio no reviste interés, mas que estaría muy copada para esquiar o comerse un guiso hipercalórico. Pero al enterarse Lord Saladín de la localización, salta como loco, temiendo lo peor: la zona está peligrosamente cerca de un acceso a SIVA.
Así, los secretos y la culpa de Saladín van emergiendo mientras nos comemos de un tirón una campaña atrapante, con un final a pura epicidad y vértigo.
¿Algo más?
Pero allí no termina el contenido. Más allá de tener nuevo equipo, para pasarnos horas rezando al Dios Loot que nos favorezca en la tirada de la moneda de dos millones de caras, esto es lo que tenemos de nuevo: strike, mapas competitivos, modo competitivo nuevo (básicamente, Kill confirmed de CoD), zona de patrulla (The Plaguelands), quest lines, otro modo horda similar a Court of Oryx y, la vedette, una nueva Raid.
[NOTA] Nos falta probar la Raid, porque aún no nos estaría dando el pinet, pero por poquito. En breve…
¿Le pusieron chimichurri?
Se puede apreciar alguna mejora gráfica, especialmente en la iluminación y en el manejo de partículas (nieva de lo lindo en casi todos los escenarios nuevos), probablemente consecuencia de haber dejado en el camino las versiones de la old gen, PS3 y Xbox 360.
En cuanto a la música, para variar es genial. Toda orquestal, pero en particular para esta expansión se han lucido con algunos temas corales, lo que le agrega una emotividad suprema, en las que muchos se sentirán tentados a buscar un hacha y castigar hasta a la muerta al horno microondas, en un arrebato de pasión y odio hacia las máquinas…. Ah… ¿no, no les pasa? Perdón, quizás equivoqué la medicación.
En conclusión
¿Es sólo para fans? Sí y no. Es una gran oportunidad para comprar el paquete completo, si lo dejaron pasar de entrada. Tiene meses y meses de diversión, eso siempre y cuando estén acostumbrados a “la gran Diablo”, es decir, y a por el farm y el loot sin tener en cuenta la repetición. Pero con la cantidad de expansiones que están disponibles en la colección completa, si bien la repetición existe, se minimiza.
Y si son fans, es simple: quizás sea la mejor historia o empate con The Taken King. Es más de lo mismo, lo cual, casi como SIVA, es malo o bueno… todo depende de lo hartos que están del juego o si necesitan una última dosis antes de la secuela. Sólo para entendidos: una de las grandes cosas es que una questline les da un Gjallarhorn, con sólo un poquito de esfuerzo y sin llorar durante semanas 🙂
Aguante el gjalla, locooooo!!!!
Guardian Down.
