Far Cry: Primal, el DLC que terminó siendo un juego completo

Un héroe de otros tiempos… 

Hackear computadoras, manejar vehículos de guerra, usar armas de última tecnología, etc… todo lo que no encontraras en este nuevo título de la saga.

El juego nos sitúa en el año 10.000 A.C., en Oros, dentro de algún lugar de Europa Central. Allí la tribu de los Wenja vive en armonía con la naturaleza, hasta que los Udan, una tribu de guerreros caníbales, y los Izila, los amos del fuego, aparecieron.

Los dioses presagiaron que un guerrero de luz devolvería la paz sobre Oros, uniendo a los Wenja y eliminando a los Udan y los Izila. Como habrán adivinado, nosotros encarnaremos a ese guerrero, un joven cazador  llamado Takkar.

Tras ese punto de partida  entramos al mundo de FarCry Primal, una fórmula simple pero siempre efectiva, el bien contra el mal.

Gameplay

El juego cumple, como todos los FarCry. Movimientos fluidos, posibilidad de obtener nuevas armas y habilidades para luego mejorarlas a medida que vamos progresando en la historia…lo de siempre, lo habitual.

Pero la principal diferencia radica en que, por obviedades de contexto, ya no disponemos de armas automáticas, poderosos lanzamisiles o vehículos todoterrenos. Estamos en la prehistoria, por lo tanto nuestro arsenal se limita a lanzas, garrotes o flechas, y eso nos obliga a que la acción pase a un plano más sigiloso, teniendo que pensar bien antes de atacar, ya que las flechas requieren su tiempo antes de ser lanzadas y, como ya deben suponer, no son ilimitadas.

Y acá es donde entramos en uno de los aspectos más interesantes. Nosotros somo los encargados de crear las armas, y para eso deberemos juntar los materiales para fabricarlas, y como cada una requiere de diferentes recursos, nos obligan a explorar el mapa en busca de los mismos.

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Otra novedad, a nuestro criterio la mas interesante, es la posibilidad de domar “bestias” (animales de la época) y convertirlas en poderosas aliadas. Así por ejemplo, podemos utilizar un lobo y usarlo contra nuestros enemigos, o que simplemente detecte el aroma y que no nos atrapen desprevenidos.

Hay muchísimos animales para domar y cada uno dispone de distintas habilidades. El búho que puede sobrevolar la zona detectando enemigos, animales o materiales, el oso que puede derribar a nuestros oponentes de un solo golpe o servirnos de montura, perros salvajes, jaguares, tigres colmillos de sable y, como frutilla del postre, el poderoso Mamut, que tiene la misma utilidad que los elefantes de la cuarta entrega de la saga.

Otra de las opciones de customización que destacamos es la de nuestra aldea. Si la mejoramos, sus habitantes nos proporcionaran armamento, comida y la posibilidad de mejorar nuestras habilidades o la de nuestras “mascotas”. Pero para esto también debemos recolectar diversos materiales, cada vez más complejos y raros, y completar misiones principales y secundarias.

Hasta ahí las novedades, luego Primal repite la fórmula de todos los títulos anteriores, muchos coleccionables desperdigados por todo el mapa, toma y control de asentamientos enemigos, misiones secundarias en las que debemos salvar rehenes o escoltar a otros personajes…En fin, más de lo mismo. Lo que lleva a que por momentos tengamos la sensación de que ya hicimos todo eso.

Aunque si no jugaste nunca a un FarCry, esto que marcamos no va a ser un problema, pero los jugadores de la saga sentirán una especie de “deja vu” con respecto a la historia, la jugabilidad y las misiones, ya que todo es demasiado similar a los anteriores títulos.

Aspectos técnicos

Sinceramente, no se nota un gran cambio de gráficos con respecto a los otros juegos de la saga, por lo menos en la versión de PS4. El DuniaEngine usado en esta entrega queda atrás a nivel técnico con respecto a otros usados en los juegos “Next Gen” y hay muchos aspectos que deberían haber sido pulidos un poco más, como texturas toscas, personajes demasiado similares entre si, (tanto enemigos, aliados como animales, a veces solo cambian los peinados o su color de cabello), animaciones duras y una  IA torpe. Los enemigos no se molestan en esquivar ataques o tus aliados se lanzan a la muerte.

Pero no todas son pálidas, ya que el mundo que nos rodea es verdaderamente prehistórico y el ambiente selvático está muy bien logrado y el cambio de día a noche se hace sentir con fuerza. Mientras que de día se escuchan los pájaros y hay muchos animales herbívoros que nos evitaran, durante la noche el silencio será agobiante y la visibilidad casi nula, obligándonos a usar antorchas, tanto para ver como para alejar a los depredadores.

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Sonido

El último punto fuerte y uno de los mejores aspectos de este título.

Mientras recorremos el mundo, podemos escuchar águilas, jaguares, perros salvajes, jabalíes, y demás especies, haciéndonos sentir en medio de la jungla. Los sonidos están más que cuidados y la inmersión se siente realmente bien.

Nuestro personaje y sus aliados hablan en un dialecto antiguo que no entendemos y ahí se nota el gran trabajo de los actores de doblaje, aportando diversos patrones de emociones.

Y la banda sonora tampoco se queda atrás, similar a la excelente ambientación del FarCry 4 pero en este caso con la percusión como protagonista para darle una atmosfera mística y tribal.

Conclusión

El juego de Ubisoft tiene sus partes buenas y malas, la historia es casi anecdótica (a diferencia de los otros títulos de la saga) y algunas misiones principales o secundarias no son aprovechadas del todo, al igual que los villanos de turno, que no tienen el mismo carisma que el lunático Vaas del FarCry 3 o el inescrupuloso y sádico Pagan Min del FarCry 4.

En líneas generales es un FarCry puro, en el que la jugabilidad y la supervivencia se han potenciado más que antes, pero la trama no tiene mucho interés y las misiones, sobre todo las secundarias, al pasar las horas se vuelven repetitivas. No es perfecto, hay muchas cosas por mejorar, pero divierte y la ambientación prehistórica es un soplo de aire fresco para este tipo de juegos.

Todo esto, sumado a la falta de multijugador y a su peso de 14 GB, nos deja la sensación de que Primal fue pensado en principio como un DLC, pero que luego les quedó grande para eso y chico para el honor de llevar el número 5 en su portada.

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Author Juan Lomanto
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