Ghost Recon: Wildlands, reimagina la franquicia y nos lleva a una Bolivia ficticia invadida y dominada por el cartel mexicano de Santa Blanca

La semana pasada entrevistamos a Matthew Tomkinson, Game Designer Senior del nuevo juego de Ubisoft. Y, entre otras cuestiones, nos afirmaba que Ghost Recond: Wildlands no era The Division 2. Por lo que después de horas de juego, con amigos y en solitario, les podemos asegurar que no nos mentía.

Wildlands es un shooter en 3era persona, en mundo abierto, con toques de RPG y con un gameplay completamente orientado al online cooperativo. Sin embargo, The Division es un RPG en esencia con toques de shooter. Las diferencias están a la vista a los 5 minutos de juego.

Habiendo enterrado el mito, arranquemos con el análisis.

¿DE QUÉ VA ESTO?

Bolivia fue invadida por el cartel de Santa Blanca, una banda de narcotraficantes mexicanos bien malotes. Obviamente, por el camino amenazaron, mataron y coimearon a medio país, por lo que el pueblo es rehén de la situación.

Y ahí es donde entramos nosotros, soldados de elite, bien yankis y superiores, que tendremos que desbaratar toda una red de narcotráfico, sector por sector y jefe por jefe, hasta llegar al más capo de todos: “El Sueño”, un pelado con delirios místicos.

Para eso, debemos ir ayudando, con un personaje creado por nosotros (hombre o mujer), a la resistencia que se rebeló contra Santa Blanca. ¿Cómo? Con misiones de búsqueda de provisiones para que se mantengan fuertes, eliminación de bases de vigilancia, destrucción de grandes cantidades de cocaína, búsqueda de armamentos…En fin, con todo lo que ayude a desbaratar y debilitar la presencia narco en el país.

MEJOR ACOMPAÑADO

Wildlands es un título para disfrutar acompañado. Desde un primer momento se deja en claro que está orientado para 4 jugadores. Si no tenes amigos conectados, podes conectarte a una partida pública y jugar con alguien al azar o, simplemente, conformarte con los 3 personajes manejados por la IA. Y aunque este último caso no es el ideal, porque la calidad de los mismos no está a la altura, podemos afirmar que la diversión no se pierde del todo.

Los momentos en soledad los podemos usar para juntar objetos de mejoras, elementos para armas, armas especiales, documentos y demás coleccionables. Lo que nos mantendrá ocupados en mejorar nuestros atributos para futuras misiones.

MISIONES, MAPA Y OTRAS YERBAS

El mapa de Ghost Recon: Wildlands es realmente grande, el más extenso que haya hecho Ubisoft, según el estudio. Mucha selva, algunas dunas, pequeños pueblos y hasta el famoso salar boliviano. Por eso la franquicia tuvo que romper con la tradición e incorporar vehículos por primera vez. Autos, camiones, camionetas, aviones, helicópteros, todos al alcance de la mano para que la inmensidad del espacio a recorrer resulte divertido.

El mapa está dividido en diferentes sectores, cada uno dominado por un jefe específico del cartel de Santa Blanca. Nuestro objetivo es ir haciendo misiones de espionaje, de robo de suministros y de destrucción de bases para debilitar el poder general del cartel y del jefe sectorial que, generalmente, terminaremos eliminando.

¿El fin general? Eliminar a “El Sueño”, el pelado con delirios místicos que mencionamos antes, que sueña con tener un Narco-Estado. Se ve que su mamá de chico no se lo pudo comprar, pero él es un tipo de convicciones…

Ahora bien, con el pasar de las horas, las misiones pierden variedad y comienzan a tornarse todas muy parecidas entre si. Interrogar a alguien para tener más datos del capo del sector, explotar cargamentos de cocaína por los aires, conseguir suministros para los rebeldes, atacar bases…En un primer momento todo eso puede parecernos muy variado, pero con el correr de las horas invertidas, la cosa se torna familiar.

Un problema recurrente en muchos juegos de mundo abierto relacionado con el inconveniente de nivelar cantidad y calidad. El mapa es inmenso, ok, pero necesitamos que sea sumamente interesante recorrerlo. Y eso no siempre es así en Ghost Recon: Wildlands.

ARBOL DE HABILIDADES

Como bien aclaramos en plena comparativa con The Division, Ghost Recon: Wildlands nos deja bastante claro que de RPG tiene poco y nada. No se puede interactuar tanto como imaginamos con el territorio y su árbol de habilidades tiene poca profundidad. Denota que, por lo menos en ese aspecto, desde el estudio parisino quisieron transmitir realismo y no generar un súper-soldado a finales de la partida. Mejoraremos los atributos de nuestro protagonista con puntos de habilidades y suministros desperdigados por el mapa, por supuesto, pero la evolución no va a ser la de un RPG tradicional.

Subiremos de nivel a medida que hagamos misiones, marquemos objetivos, juntemos coleccionables y todas las actividades ya mencionadas. Y al final, cuando hayamos leveleado lo suficiente (todos casi de la misma manera, sin mucha personalización) seremos un gran soldado, pero no un Terminator cualquiera. Por lo que a pesar de tener buen armamento, chiches mejorados y alguna que otra habilidad medio fruta, la cosa se va a mantener lo más realista posible.

LOS CHICHES

Y ya que hablamos de chiches, no podemos dejar de profundizar un poco en ellos, ya que son grandes protagonistas del juego.

El más capito de todos es, sin dudas, el dron. Este chiche (no Gelblund) tecnológico que tan de moda se puso los últimos años, es vital para el buen armado de los asaltos y eliminar puntos ciegos. Con tan solo presionar la flecha para arriba en PlayStation 4, desplegaremos el dron para identificar enemigos, torretas, objetivos y, de esa forma, trazar nuestra estrategia de ataque.

A medida que vayamos subiendo de nivel y consigamos puntos de habilidad, podremos mejorar su alcance, batería, sigilo y hasta una opción de hacer ruido para distraer a los enemigos. Sin duda alguna, el dron en Ghost Recon: Wildlands es nuestro mejor amigo.

También tenemos binoculares, efectivos pero en menor medida. Bombas adhesivas, granadas, bengalas distractoras y otros juguetes bien de tropa de elite. No nos podemos quejar.

GRÁFICOS

Uno de los apartados más irregulares. Por un lado no se puede obviar que estamos ante un título con un mapa enorme, por lo que no podemos esperar un nivel visual a lo The Order 1886, pero si hubiera estado bien el balance. Las montañas, los bosques, el salar, todo lo que es naturaleza mantiene una calidad muy alta, pero todo disminuye a la hora de ver el modelado de los personajes y enemigos, claramente menos cuidados que el resto de los elementos.

Aunque es cierto, este es un terreno en el que pasa muy por lo personal. Está en cada jugador la relevancia que le de al aspecto visual de un juego. Lo único objetivo que podemos afirmar es que nada de esto afecta a lo más importante, el gameplay.

CONCLUSIONES

Estamos ante un título de acción en 3era persona orientado al cooperativo online de hasta 4 jugadores. Con opciones de sigilo pero con ganas escondidas de enfrentamientos directos (es muy complicado mantener el anonimato). Todo esto en un territorio inmenso en el que tendremos que luchar contra una gran organización narcotraficante conformada por una veintena de sub-jefes y uno principal.

Ghost Recon: Wildlands, toma a Bolivia como escenario para contarnos una historia de narcos en pleno auge de series del estilo. Con más puntos altos que bajos, logran meternos en una nueva lucha entre estadounidenses buenos contra sudamericanos corruptos.

Clichés aparte, si estás buscando algo para jugar con amigos e invertir horas de tu tiempo en una experiencia online, Wildlands es tu juego. Chiches de todo tipo, autos, camiones, camionetas, aviones y helicópteros te esperan en PlayStation 4, Xbox One y PC.

7.5

Good

  • Ambientación
  • Jugar hasta de a 4 jugadores es muy divertido
  • Mapa enorme
  • Gran doblaje latino. El protagonista hombre tiene la voz de Vegeta
  • Siempre hay algo para hacer
  • Un mínimo de 40 horas de juego

Bad

  • La IA no está a la altura
  • Manejo duro de vehículos
  • Bugs habituales de algunos sandbox
  • Con el correr de las horas, las misiones pueden volverse repetitivas
Author Juan Lomanto
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