Inside, la evolución soñada de Limbo
Playdead maravilló en el año 2010 al mundo indie con el original, crudo y fantástico Limbo. Un título en blanco y negro, de plataformas y con una fuerte carga de puzles, en el que manejábamos a un niño en busca de su hermana en un ambiente tremendamente hostil.
Limbo arrasó en las críticas por su apartado artístico, controles simples, oscuridad, dificultad y por sus muertes fuertes y frecuentes. El continuo “ensayo y error” al que se nos sometía se volvía clave para poder superarlo… o abandonarlo. Siempre es una opción.
Su belleza e indudable atractivo visual y jugable, si lo habías largado por frustración, te obligaban irremediablemente a volver pidiendo perdón y de rodillas.
INSIDE
Con Inside, si bien existe una clara sensación de continuidad conceptual, las cosas son un tanto distintas (¿o estamos más grandes?).
Nuevamente manejamos a un niño, pero unos años mayor (¿como nosotros?), aunque esta vez sí que tenemos una leve idea de lo que está pasando sin necesidad de llegar al final. Final que, dicho sea de paso, es de los más extraños que este redactor experimentó.
Desde un primer momento, se nos deja en claro que somos fugitivos y que a toda costa debemos escondernos de los que, tranquilamente, podrían ser guardias de un campo de concentración.
Alertarlos a ellos o a los perros que los acompañan, decantará en una muerte cruel, sangrienta y segura, nunca apta para impresionables.
Pero si bien la facilidad de terminar asesinados o muertos por un error de cálculos, es un hecho irrefutable, notamos una cierta disminución de la dificultad con respecto a Limbo, excepto durante la recta final. Por lo que ya será difícil, para alegría de algunos y pesar de otros, que nos veamos tentados a abandonarlo por frustración.
LA IMAGEN TAMBIÉN ES IMPORTANTE
Inside, al igual que su predecesor, es una maravilla visual. Dispone de un apartado artístico realmente brillante, y no hace más que zambullirnos en su ambiente e historia. Historia en la que no tenemos intenciones de ahondar, ya que podríamos arruinar la experiencia, muy emparentada con las interpretaciones propias de cada jugador.
Aunque podemos afirmar sin miedo que la crítica al sistema y al armado de nuestra sociedad está latente a cada momento. En una mezcla brillante entre la estética de películas de la Segunda Guerra Mundial y la inolvidable “The Wall” de Pink Floyd.
Tanto los escenarios al aire libre como los de ambientes al estilo fábrica por los que diambularemos en nuestro intento de fuga, están logrados a la perfección y transmiten todo lo que necesitamos recibir para una mejor inmersión.
MANEJO SIMPLE, JUGABILIDAD PROFUNDA
En la parte netamente de controles, el título sigue siendo tan simple e intuitivo como Limbo, siendo necesarios solo 3 botones para jugarlo. En el caso de PlayStation 4, saltaremos con equis, con círculo o cuadrado manipularemos objetos, y con el direccional izquierdo nos moveremos. Cortito y al pie. Sin muchas complicaciones.
Y con esas comodidades de control, tendremos que encarar una aventura que dista mucho de ser un lindo paseo por escenarios oscuros y con luces y sombras como protagonistas.
LA VARIEDAD COMO CLAVE
Más allá de las obvias similitudes con su primer trabajo, el estudio danés Playdead no solo mejoró el aspecto visual de su producto, sino que también sumó variedad de situaciones.
Esta vez, tenemos varios momentos bajo el agua, persecuciones que nos pondrán los pelos de punta, puzzles en base al control mental de otros personajes, instantes más cercanos al terror, y demás novedades.
Además, si bien estamos ante un título 2D, eso correrá solo para nuestro protagonista, ya que los enemigos y personajes secundarios se podrán mover en 3 dimensiones sin problemas, lo que hace aumentar aún más la tensión.
SONIDOS Y SILENCIOS
Tensión que se profundiza con el buen manejo de los sonidos y silencios de su banda sonora.
Tendremos grandes tramos que solo se llenarán del sonido ambiente, pero en momentos claves el soundtrack tomará protagonismo para aumentar el nerviosismo y dar una mayor carga de dramatismo. Logrando su cometido a la perfección.
Por lo que podríamos afirmar que en este apartado se sigue manteniendo la excelencia de los demás.
CONCLUSIONES
En conclusión, estamos ante una nueva obra maestra de Playdead. Seis años después de publicar su primer trabajo, lanzan para Xbox One, PS4 y PC un título que sigue por la misma línea pero que mejora lo que parecía inmejorable y, además, suma variedad para completar un juego enorme por todos los costados.
Dirección artística, banda sonora, jugabilidad e historia a un nivel altísimo.
Todo en una aventura que solo se consigue en formato digital, a 20 dólares, y no supera las 10 horas de juego. Por lo que la relación “costo/beneficio”, está más que asegurada.