Hoy, a días de lanzado el juego, y después de haberlo jugado incansables horas, te contamos todo lo que tenes que saber sobre el título ambientado en el universo de Mad Max

Si tuviéramos que definir en breves palabras al título desarrollado por Avalanche Studio y publicado por Warner, te diríamos que es un sandbox ambientado en el desértico mundo de Mad Max en la que pasarás la mayor parte del tiempo arriba del auto, y en el que la historia no jugará un papel determinante.

Pero…¿eso está mal? Creemos que no, ya que siempre hay que tener presente en la franquicia que está basado el juego. Porque si hablamos de Mad Max (film), no hablamos de excelencia narrativa, sino de espectacularidad en la acción, violencia, personajes excéntricos y mucho, mucho desierto. Y este juego tiene todo eso y un poco más. Así que podemos decir que, en general, está muy bien.

Mad Max, es el típico sandbox moderno en el que tenemos tareas a realizar por tooooodo el mapa, que es de un tamaño más que considerable pero que, por supuesto, está constituido por desierto en su gran mayoría.

El juego arranca con el protagonista recibiendo una gran golpiza de Lord Scrotus (el villano principal de la aventura) y quedando varado, sin auto, comida, ni nada para sobrevivir durante demasiado tiempo. Enseguida, se topa con un personaje que nos recuerda mucho a Quasimodo, pero que en este caso, en vez de ser el cuidador de Notre Dam, lleva el nombre de Chumbucket, es adorador de las máquinas, y pasará a ser clave en nuestro camino, ya que no solo será nuestro compañero, sino que además será nuestro mecánico e inventor.

Vale destacar que el título, si bien se basa en el universo de las películas, no sigue su argumento y elije armarse uno propio, siguiendo los pasos de lo que hizo Warner con Batman y para la alegría creativa de sus responsables.

Max Rockatansky, nuestro héroe, se verá forzado a explorar y combatir contra bandas que responden a Scrotus en 6 territorios distintos, en los que habrá que administrar el agua (que nos recarga la vida junto a la comida de perro enlatada) presente de manera escasa en diferentes lugares, la gasolina y la chatarra, que funciona como dinero para mejorar el Magnum Opus, vehículo que nos acompañará durante toda la aventura y que es clave para absolutamente todo lo que hagamos, al protagonista y para alguna que otra cosa más.

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Así, irá pasando el juego, entre conflictos, persecuciones frenéticas arriba de los autos, y mejoras por doquier. Dominando territorio, eliminando determinados puestos de guardia, espantapájaros (monumentos), fuertes, francotiradores, mejorando nuestro Magnum Opus, y leveliando nuestras habilidades con la ayuda de la chatarra que iremos encontrando y con la de un extraño personaje, llamado Griffa, que encontraremos en determinados puntos del mapa y que funciona como un brujo amigo.

Además, para ir descubriendo las tareas en el mapa, deberemos usar un globo aerostático y subir lo más alto posible. Parecido a lo que se hace con las atalayas en Assassin´s Creed.

A nivel gráfico, se nota que el juego estaba dirigido desde un principio a lanzarse en la vieja y nueva generación de consolas, ya que no termina de convencer, y termina siendo un híbrido entre ambas épocas. Aunque, de más está decir que los gráficos no son lo más importante en un juego, y como en general Mad Max cumple, sería injusto pegarle por ese lado.

Como para profundizar un poco en las mejoras de nuestro auto, en el que pasaremos gran parte de nuestro tiempo, podemos comentar que el mismo dispone de 18 mejoras, entre las que se encuentran la carrocería, armamentos, puas de metal, arpones y demás, que nos serán de gran utilidad a la hora de las persecuciones y luchas entre vehículos, que son una auténtica maravilla. No solo por la buena física, sino por la adrenalina que generan, tanto arriba de la arena como de las rocas de los alrededores. Uno de los momentos Mad Max mejor transmitidos al videojuego.

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Con respecto a los momentos a pie, tuvimos sensaciones dispares. La parte de exploración, es buena pero básica, y con unas animaciones bastante toscas del protagonista. Ni hablar de los saltos, extremadamente cortos y robóticos. Sin embargo, a la hora de las peleas, se da una gran contradicción. Pasamos de la tosquedad en los saltos y movimientos, a una agilidad fantástica para la lucha, al mejor estilo de la saga Arkham, con el botón para frenar ataques y contraatacar, y con la buena dosis de violencia que reclama esta propiedad intelectual.

Ya si hablamos de iluminación y sonido, estamos ante un trabajo notable, tal como nos tiene acostumbrados la gente de Avalanche Studio con las entregas de Just Cause, por ejemplo. Las explosiones, las tormentas de arenas, los reflejos en el desierto y las partículas que andan por el aire, son una verdadera hermosura y, sin dudas, se agradecen.

Terminando, porque lo mejor es probarlo por ustedes mismos, les contamos que las misiones resultan algo repetitivas y, como dijimos en un primer momento, la historia deja bastante que desear, sin mucha profundidad ni en los diálogos ni en el curso de los acontecimientos.

CONCLUSIÓN

Un sandbox más parecido a Shadow of Mordor, por su simpleza en el mapeado y en su recorrido, que a otros de excelencia como GTA, por mencionar alguno. Con misiones medio repetitivas y con una historia que solo busca justificar nuestro recorrido, aunque esta no sea la parte fuerte de la IP. Además, con una gran calidad en la acción, exploración, combate, iluminación y sonido, y con una variada cantidad de opciones en la personalización de nuestro vehículo y personaje.

 

Author Juan Lomanto
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