Mafia 3 ya está entre nosotros, y la tercera entrega de una de las sagas más queridas de los videojuegos nos lleva a vivir el mundo del hampa en carne propia
El estudio Hangar 13 fue el encargado del desarrollo de este nuevo capítulo en la saga Mafia, un juego de acción que deja un poco de lado lo lineal de las anteriores entregas y nos trae un mundo abierto enorme para recorrer a nuestro antojo, con muchas, aunque no muy variadas, misiones secundarias y coleccionables para encontrar. Ahora bien… ¿Funciona esta nueva forma de contar la historia? ¿Los amantes de la saga lo van a disfrutar o se sentirán defraudados? Los invitamos a seguir leyendo y sacar sus propias conclusiones:
Una clase de historia en cada paso…
El juego nos transporta a New Bourdeux (el equivalente a la verdadera New Orleans), una ciudad al sur de Lousiana a finales de los años 60. Allí se viven momentos difíciles, a nivel social, debido al racismo, la prostitución, las nuevas drogas, el tráfico ilegal y la guerra constante entre mafias que quieren conquistar y dominar la ciudad.
Asumimos el papel de Lincoln Clay, un muchacho afroamericano huérfano adoptado por uno de los capos de la mafia negra, que acaba de regresar de Vietnam, luego de combatir y formar parte de un equipo especial de operaciones. Al llegar, y luego de algunos acontecimientos contados en una especie de prólogo muy bien narrado, es traicionado y dado por muerto. Obviamente no es el caso, “volviendo de la muerte” para saldar cuentas con quienes lo traicionaron.
La forma en que está contada la historia es su punto fuerte, y es por eso que perdonamos muchos de sus errores. Con flashbacks y flashforwards, nos metemos de lleno en lo que pasó, hasta las consecuencias de nuestras acciones. Estos sucesos son narrados por algunos de sus protagonistas como si fuera una especie de documental y rememoran los sucesos de ese verano y otoño de 1968. Muchas escenas son mostradas en una especie de juicio a uno de los protagonistas, es decir que los sucesos ocurridos terminaron, o no, de forma desastrosa.
La ambientación del juego está muy bien lograda, y se muestra de manera brillante la situación racial de la época. Es común caminar por la calle y escuchar comentarios racistas que los npc le hacen a nuestro protagonista, incluyendo en algunas tiendas el cartel de: “prohibido el ingreso a negros”, llamando a la policía si entramos haciendo caso omiso de esa advertencia.
Hay muchísimas referencias históricas: la Guerra Fría, la candidatura de Nixon para presidente, el lanzamiento del Apolo 7, el conflicto con Cuba, el asesinato de Martin Luther King y más. Esas referencia se muestran en forma de mensajes en la radio, llamadas de los oyentes, conversaciones entre la gente en bares o en la calle, carteles de propaganda anti-comunista, incluso entre los personajes secundarios que nos acompañan en esta aventura.
La ciudad está desarrollada majestuosamente, con diferencias notables entre las zonas ricas y las más humildes. Vamos a poder recorrer desde los puertos, donde abundan los camiones de carga, las fábricas y los edificios de oficinas, hasta los barrios bajos, donde nos encontraremos con casas precarias y asentamientos muy pobres. Los pantanos no están descartados, y es allí donde nos encontramos con zonas de excesiva vegetación, ríos para recorrer en nuestro bote, etc. Siempre, obviamente, teniendo cuidado de no caernos y permanecer demasiado tiempo en el agua ya que los cocodrilos nos esperaran para hincarnos sus dientes.
Sin embargo, también ofrece una ciudad demasiado vacía y carente de vida. No hay mucha población, las carreteras están muy poco transitadas y aunque sentimos muy creíble la ciudad a nivel audiovisual, deja una sensación de soledad difícil de olvidar.
Dominando la ciudad…
Nuestro objetivo es dominar la ciudad barrio por barrio y ganarnos la lealtad de diferentes socios que nos ayudaran a conquistar New Bordeaux. Para poder vengarse, nuestro protagonista busca la colaboración de otros tres personajes que tienen cuentas pendientes con él: una haitiana llamada Cassandra, un borracho irlandés apodado Burke y Vito Scaletta, el protagonista de la segunda entrega de la saga.
Cada barrio nos ofrece misiones que permiten debilitar al líder rival y hacerlo salir de su escondite, pudiendo así enfrentarnos directamente a él para tomar su distrito. Después de conquistarlo, según el socio para el que trabajemos, podremos otorgarle la zona y ganarnos su favor y parte de las ganancias. Estos socios pondrán a nuestra disposición una serie de servicios que irán mejorando cuanto más trabajemos para ellos como por ejemplo, una camioneta que nos provee de armamento, matones que nos ayuden a tomar algún establecimiento, choferes que nos traen autos a nuestra posición, etc.
Este sistema de dominación de zonas y conquista de distritos está muy bien armado y algunos sugieren un reto, pero luego de varias horas peca de volverse repetitivo y eso hace que la trama principal avance a un nivel mucho mas lento que el que nos gustaría, ya que pasaremos muchas horas haciendo estos trabajos sin avanzar.
El control de nuestro personaje es dinámico. Podremos jugar en un modo agresivo, disparando a todo lo que se mueva con una cantidad no muy variada de armamento (pistolas, escopetas o rifles automáticos) o podemos optar por un modo sigiloso que funciona perfectamente. Andar agachados, utilizar coberturas para movernos sin ser detectados y realizar ejecuciones silenciosas como si fuéramos el “Agente 47”. Además nuestro protagonista cuenta con habilidades y objetos para llamar la atención de los enemigos, lo que añade un elemento estratégico a la hora de planear nuestros golpes.
En esta entrega se añadió también la visión inteligente, una ayuda al estilo vista de águila de la saga Assassin´s Creed, que nos permite detectar a los enemigos incluso a través de las paredes y ver los objetos importantes del escenario. Aunque esta ayuda es muy útil, rompe completamente con el realismo y la inmersión en el juego.
La inteligencia artificial de los enemigos es uno de los puntos más flojos. Son muy predecibles, muchas veces no nos ven en modo sigiloso aunque estemos delante de ellos, se cubren mal en los mapas quedando casi siempre al descubierto, a veces intentan rodearnos y atacar en grupo, pero incluso se matan entre ellos o caminan en línea recta al lugar en donde estamos disparando. El juego ofrece tres niveles de dificultad: Fácil, Normal y Difícil, y la realidad es que aunque esto deje mucho que desear, recomendamos optar por la última.
Todos los coches han sido recreados perfectamente tanto a nivel visual, como en su rendimiento y conducción, ofreciéndonos un control divertido y exigente en partes iguales. El juego incluye dos estilos de conducción: Simulación, con una forma de manejo más realista y exigente, donde los autos reaccionan según el terreno, su peso y la velocidad. El otr, Arcade, menos realista pero con un manejo mucho mas fácil y simple para los que no deseen complicarse, una forma similar a la conducción en la saga GTA.
Mención aparte merecen los coleccionables, que harán las delicias de los gamers masculinos ya que los objetos a recolectar, entre revistas de autos, posters de pinups y carteles comunistas, son las revistas Playboy de la época. Luego de encontrarlas, podemos verlas en nuestro inventario y ojear algunas de sus páginas sin ningún tipo de censura. Vemos incluso en ellas entrevistas completas a grandes celebridades como el director de cine Stanley Kubrik o la banda inglesa The Beatles.
Veo la luz… ¡¡¡Y quema!!!
La iluminación es uno de los puntos más difíciles de puntuar, sobre todo en los espacios abiertos, y verdaderamente deberían lanzar un parche para corregir urgentemente los muchos errores y bugs que tiene este apartado. El paso del día a la noche ocurre sin ninguna transición. Las sombras muchas veces tienen vida propia y aunque el foco de luz, ya sea del sol o luz artificial, esté delante de nosotros la sombra puede aparecer de costado, de frente o de donde ella decida. Otro punto muy molesto es cuando tenemos el Sol de frente, si bien se siente muy real y nos encandila, prácticamente no se ve nada en la pantalla y si estamos manejando es verdaderamente muy incómodo.
Por suerte en los espacios cerrados es muy diferente la historia. Los efectos de luces son majestuosos y reaccionan a la perfección con el entorno. Pero justamente siendo un juego de mundo abierto, pasamos casi todo el tiempo caminando o manejando por las calles y por momentos pareciera que le falta un poco más de trabajo a este aspecto.
Cabe destacar también el clima, donde debería ser pulido o corregido en futuras actualizaciones, ya que la lluvia por momentos pareciera que no termina y nos acompaña por varias horas de juego o simplemente se detiene entrando y saliendo de algún interior o cruzando un puente hacia otro lado de la ciudad.
Una banda sonora magistral
Excelente, no hay otra palabra para definirla. La música que nos acompaña es lo mejor del titulo, y nada más se compara a escuchar a Jimmy Hendrix en el menú inicial del juego. Podríamos numerar muchas de las bandas y temas musicales que se escuchan en la radio del auto o en alguna escena de video, pero solo nombraremos algunas como para que se hagan una idea:
- Aretha Franklin – “Respect”
- Jefferson Airplane – “White Rabbit”
- Elvis – “A Little Less Conversation”
- Iron Butterfly – “In a Gadda Da Vida”
- James Brown – “I Got You (I Feel Good)”
- Misfits – “You Belong to Me”
- Janis Joplin – “Maybe”
- Roy Orbison – “Running Scared”
- Steppenwolf – “Born to Be Wild”
- Supremes – “Keep Me Hanging On”
- The Rolling Stones – “Sympathy for the Devil”
La edición coleccionista de Mafia III cuenta con dos discos de vinilo, uno incluye canciones selectas del soundtrack, mientras que el otro tiene el tema oficial del juego.
Las voces son otro de los puntos muy bien trabajados. Cada personaje tiene una voz característica, con mucha personalidad y un tono distintivo que demuestra su estado de ánimo, incluso los npc cuentan con una gran variedad de voces.
Ahora bien, no todas son rosas en este apartado. Si bien la música y las voces son excelentes, muchos efectos de sonido dejan mucho que desear. El sonido de las balas atravesando a nuestro enemigos es difícil de explicar con palabras, es como si pisáramos una cucaracha, algo raro, y no importa el calibre de nuestra arma, casi todas suenan igual.
Conclusiones finales
Lamentablemente, Mafia 3 tiene una jugabilidad simple y muy similar a otros títulos de este género, alejándose bastante de lo que nos tenía acostumbrado esta saga.
Volcarse a un sandbox, o “mundo abierto”, no sería un problema si se hubieran pulido a fondo muchos apartados como la iluminación en los exteriores, las misiones secundarias o incluso el manejo de nuestro personaje.
Mafia 3 es un juego que tiene un nombre muy pesado de cargar, con una gran historia que no defrauda, contándola con actores y un guión que lo hace todo aún mejor, pero fallando en casi todos sus otros aspectos.