Un mejor apartado gráfico nos brinda el mismo encanto de siempre en esta necesaria remasterización
Estamos en septiembre de 2019, un mes complicado para los fanáticos de los videojuegos debido a la extrema cantidad de lanzamientos. Entre todo, ha llegado a nuestras manos algo que ya muchos fanáticos venían anticipando y es nada más ni nada menos que la remasterización del juego de Level 5 lanzado en 2013, Ni No Kuni: Wrath of the White Witch. Si bien es el mismo juego de siempre, un par de nuevas opciones hace que tanto fanáticos de la franquicia como nuevos jugadores puedan adentrarse en este maravilloso nuevo mundo.
Lo primero que nos llamó la atención cuando arrancamos el título y nos dirigimos hacia las opciones, es que ahora en PS4 Pro tendremos la posibilidad de correr el título tanto en 1440p a 60FPS como en 4K a 30FPS. Recordemos que el juego originalmente fue lanzado en PS3, con una resolución de 720p por lo que ya de inicio vemos una gran mejora en términos de resolución independientemente de la opción de performance que elijamos.
Siendo un juego de RPG de acción, dentro de las batallas creo que la mejor opción sin lugar a dudas es la de 1440p 60FPS, aunque sí es cierto que he podido notar un poco de stuttering durante algunas escenas de acción y en algunas cinemáticas especificas, pero nada que realmente influya demasiado en la experiencia. Para aclarar, el error recién mencionado ocurre cuando el juego no corre del todo fluído, por lo que notaremos algunos cuadros procesados más rápidos que otros, dándo una sensación visual un poco incómoda.
Ni no Kuni: Wrath of the White Witch nos pone en los zapatos del joven Oliver, un chico común y corriente de 13 años cuya madre fallece intentando salvarlo luego de que casi se ahogara. Unos días después, tras el dolor por la muerte de su madre, unas gotas de su llanto se transforman en Drippy, un muñeco que su madre le había hecho mientras aun estaba viva, quien le comenta que hay una posibilidad de salvar a su madre si lo acompaña a su mundo, por lo cual Oliver acepta y emprende esta aventura.
Uno de los aspectos más llamativos para los jugadores es la calidad visual y el nivel de detalle que tienen cada uno de los entornos, ciudades, pueblos y locaciones que podremos visitar a lo largo de nuestra aventura. Lisa y llanamente un deleite para los ojos, y es lo que en mi opinión, hacen que el juego se sienta mágico y lleno de carisma. También cabe destacar que lo anteriormente mencionado se debe en gran parte a que la banda sonora está compuesta por Joe Hisaishi e interpretado por la orquesta filarmonica de Tokyo, y las cinemáticas animadas del juego, estilo anime, producidas por Studio Ghibli. Como se suele decir, un elenco de primer nivel.
En mi opinión, el aspecto más flojo del juego es a nivel gameplay, ya que las batallas no se dan como en cualquier RPG clásico donde haremos mayormente daño con nuestro personajes. A diferencia del resto, en este juego dispondremos de un conjunto de Familiares, pequeños monstruos que podremos ir capturando y entrenando para que suban de nivel y mejoren sus habilidades. Muy similar a lo que se ve en la franquicia Pokémon, podríamos decir, aunque no obstante este sistema resulta lento y un poco aburrido. Creo que los comentarios negativos que recibieron por este sistema de pelea, fue el motivo por el cual decidieron cambiarlo en Ni No Kuni II.
Conclusión
En conclusión, creo que a pesar de su sistema de combate, Ni no Kuni: Wrath of the White Witch es un gran juego que ningún fanático de los RPGs debería dejar pasar. Si bien el sistema de batalla es lento, aburrido y para algunos resulte muy fácil, en cuanto a historia y presentación, fue de los mejores títulos que nos dejó la generación pasada de consolas y esta remastirazión se encuentra más que a la altura.
Ni no Kuni: Wrath of the White Witch Remastered salió a la venta el 25 de septiembre para PS4 y Nintendo Switch.