Jugamos al Nioh y te contamos todo sobre esta aventura “inspirada” en la saga Souls
Cuando probamos la demo Alpha y Beta del Nioh les contamos la cantidad de similitudes que tenía con la saga Dark Souls y el genial Onimusha. Al principio teníamos recelo, ¿copiar un producto que fue excelente? ¿por qué no crear algo nuevo?
Pues bien, Nioh ya está entre nosotros y nos vemos en la obligación de decir que, si bien tiene demasiadas similitudes con las sagas mencionadas, el título exclusivo de PlayStation 4 tiene personalidad propia y no es justo decir que es solo una copia de productos exitosos. La gente de Team Ninja nos entregó un juego digno de la nueva generación, con gráficos, jugabilidad y una progresión del personaje pulida en todos los aspectos.
Ni-Oh fue anunciado originalmente en 2005 y proyectado para salir en PlayStation 3, pero debido a problemas de desarrollo esto no se llevó a cabo y los desarrolladores estuvieron trabajando por casi 12 años hasta dar en el clavo y poder entregarnos esta genial aventura que, si bien luego se inspiró en la saga creada por From Software, no deja de ser un producto diferente, divertido y único.
Comienza la aventura…
Año 1588, Inglaterra se enfrentaba a la armada invencible española. Todo indicaba que sería una derrota rotunda, cuando de repente, en un giro de los acontecimientos, la flota ibérica es destruida casi en su totalidad gracias al mal tiempo y a las tácticas de combate naval empleadas por Sir Francis Drake.
Aunque bueno, esa seria la historia oficial. La de Ni-Oh nos cuenta que Inglaterra tenía en su poder unas piedras llamadas “Amrita”, también conocidas como el néctar de los dioses por los hinduístas, que desataron una ola de demonios con la que destruyeron la flota.
Inglaterra, en secreto, se encargó de reclutar piratas para que recorrieran los confines del mundo y trajeran toda la Amrita que pudieran encontrar. Y ahí es donde nuestro protagonista entra en escena.
El juego nos pone en la piel de William, un pirata inglés que, por diversos motivos que no queremos spoilear, es arrestado en la Torre de Londres y condenado a muerte. En el lugar descubre el plan inglés y su próximo objetivo: Japón, lugar donde se encuentra el mayor yacimiento de Amrita del mundo.
El país del sol naciente…
Japón, año 1600, esta época se caracterizó por ser un periodo muy convulso, con un país completamente dividido y que sufría de constantes guerras entre los diferentes clanes que ostentaban el poder. Dando todo esto pie a numerosas leyendas y mitos sobre demonios, espíritus y criaturas sobrenaturales.
De este modo, nos encontraremos con una interesante mezcla entre la mitología japonesa y hechos históricos , especialmente si tenemos en cuenta que no pararemos de codearnos con personajes reales y de pasar por sitios donde tuvieron lugar algunas de las batallas más importantes de la época.
El problema está en que el juego da por sabido que tenemos conocimiento de historia japonesa, confiando plenamente en que sepamos quienes fueron los principales actores de aquella era, sus relaciones y qué fue lo que pasó en esta época turbulenta.
Eso lleva a que por momentos no entendamos que esta pasando o quienes son los personajes que nos dan las misiones o el porqué. Aunque no hay que preocuparse, ya que en el menú hay una completa biblioteca repleta de biografías sobre cada figura histórica y documentos detallando las leyendas detrás de cada monstruo.
Lugares comunes y distintos…
Ni-Oh nos ofrece una jugabilidad muy familiar para los seguidores de los Dark Souls, donde se tiene que explorar niveles muy detallados, llenos de enemigos y trampas, y al final de los mismos nos encontraremos con un jefe de nivel, el cual tiene proporciones enormes en comparación con los enemigos comunes y nos mataran muchas mas veces de las que nosotros quisiéramos.
Uno de los puntos fuertes del juego es su sistema de combate, con un sistema similar a los Souls. Cada acción que realicemos usará stamina o ki que al agotarse nos dejará descubiertos a los ataques enemigos, pero resulta mucho mas dinámico ya que podremos realizar combos entre ataques fuerte y débiles, y a medida que avancemos en el juego aprenderemos nuevas técnicas y realizar combos mas extensos y devastadores.
Si coordinamos bien nuestros movimientos podremos realizar grandes combinaciones de golpes a la vez que mantenemos el Ki necesario para poder defendernos o esquivar en el caso de que sea necesario, algo que da mucho juego y nos permite ser más ofensivos. En ese sentido la fluidez de los ataques y sus animaciones son majestuosas y detalladas al máximo.
Otro de sus puntos fuertes son las tres posturas de combate: Alta (fuerte y lenta), media (equilibrada y la mejor para defender) y baja (débil pero rápida). Cada una de ellas cambiará nuestra forma de movernos y, dependiendo de cada arma, encontraremos que tienen unas utilidades u otras según la pose que adoptemos, lo que nos abre muchísimas posibilidades de acción para encarar una misma situación, especialmente cuando empezamos a aprender a realizar combos cambiando de postura en mitad de los mismos.
A esto hay que sumarle el uso de objetos ninjutsus (shurikens, kunai, bombas explosivas, etc), espíritus guardianes (que nos potencian durante unos instantes) y magias (fortalecer la defensa, agilizar nuestros movimientos, debilitar al enemigo). En fin, un sistema de combate realmente profundo.
Las batallas suelen ser muy técnicas. Lanzarse al ataque sin pensar rara vez acaba bien, por lo que estudiar bien los patrones de ataque de nuestros enemigos resulta fundamental para encontrar esos breves huecos en los que podemos aprovechar para atacar de forma segura y sin arriesgarnos.
Esto se hace especialmente visible en los jefes finales, los cuales suelen tener cuatro o cinco ataques que repiten de forma constante y que siempre indican de alguna manera, de modo que lo mejor para acabar con ellos suele ser esperar a que los realicen, evitarlos y aprovechar rápidamente para pegar un par de golpes antes de que puedan volver a reaccionar.
Otro aspecto interesante es la progresión del personaje. Al igual que en la saga Souls, al matar enemigos obtendremos Amrita (el equivalente a las almas), la cual podremos invertir en mejorar uno de nuestros atributos principales. Cada punto de estadística que subamos nos hará ganar un nivel, y esto incrementará el costo de Amrita para el siguiente.
Si morimos perderemos toda la Amrita que tengamos sin usar, aunque tendremos la posibilidad de recuperarla volviendo al sitio donde caímos y tocando a nuestro espíritu guardián. Aunque si volvemos a morir antes de hacer esto la perderemos para siempre.
Y a medida que ganemos afinidad con nuestras armas obtendremos puntos Samurái, lo que nos permitirá desbloquear nuevas técnicas de combate y mejoras pasivas en un completo árbol de habilidades, haciéndonos más y más letales.
En lo que respecta al equipo (armaduras, armas, objetos, etc) estamos ante un juego similar a Diablo. No pararemos de recoger ítems de cofres o tirados por los enemigos, y por momentos tendremos tantos en el inventario que tardaremos un buen rato en encontrar el que mejor se adapte a nuestra forma de juego. La variedad de armas y armaduras que vamos a encontrar es enorme, cada una de ellas a su vez posee distintos tipos de calidad (común, rara, exótica y divina) y eso nos llevará a cambiar constantemente nuestro equipo por uno mejor.
También tendremos a nuestra disposición un herrero que nos permitirá comprar o vender equipo, mejorar el que ya tenemos, fabricar nuevas armas y armaduras, remodelar los ítems mejorando sus atributos, cambiar su aspecto, etc.
Completar la aventura nos llevará alrededor de 30 horas si solo jugamos la historia principal, aunque también tendremos a nuestra disposición misiones secundarias que si bien utilizan generalmente los mismos escenarios, los objetivos son distintos al igual que las recompensas (armas mucho mas poderosas, nuevos guardianes para utilizar, items para subir nuestros puntos de técnica, etc)
No estamos solos…
Uno de los aciertos es la inclusión de un modo cooperativo para que podamos compartir aventuras con otros jugadores. Aunque lo podremos hacer de dos modos. Podremos optar por hacer un grupo organizado con alguien para cumplir las misiones que queramos juntos, mientras que por otra tenemos la opción de invocar (o ser invocados) de forma aleatoria por otro usuario.
Dependiendo de lo que escojamos, la experiencia de juego será muy diferente. Por ejemplo, si optamos por un grupo organizado tendremos un número de vidas limitadas para superar una misión, algo que puede llegar a resultar desafiante, ya que cualquier error se suele pagar con la muerte. Por lo que lo ideal es jugar de esta forma solo con alguien con quien tengamos buena comunicación y sepamos que tiene un mínimo de habilidad para afrontar estos desafíos, ya que las vidas son compartidas.
Si escogemos invocar, el funcionamiento del multijugador será muy parecido al de cualquier Souls. Colocando un item en el altar, invocaremos a un jugador aleatorio a nuestra partida para que nos ayude a acabar con el jefe de fase. El jugador invocado tendrá una interacción muy limitada con el mundo y será desterrado si es derrotado, por lo que no podremos revivirlo. Cabe aclarar, que si jugamos con otro personaje la vida de los enemigos sube considerablemente al igual que su dificultad.
Jugando en cooperativo recibiremos “gloria”, esta es un tipo de moneda que nos permitirá comprar equipo con atributos aleatorios, gestos, objetos consumibles, apariencias para nuestro personaje, etc. Es algo que nos motivará a jugar con otras personas.
Otro modo que nos ofrece el multiplayer es el de afiliarnos a un clan (son muchos para elegir) para que toda la gloria que ganemos repercuta en su posición global. Al término de cada “batalla de clanes” que suelen durar una semana, los que estén mejor posicionados recibirán mejores recompensas, creándose una competición en la comunidad que puede dar mucha vida al juego, y a su vez dentro de cada clan hay diversas recompensas para los jugadores que mas gloria aportaron.
Conclusiones…
Ni-Oh es un juego que “toma prestado” y combina a la perfección muchos aspectos de otros títulos como los Dark Soul, Onimusha o Dinasty Warrior. Pero a pesar de eso tiene un estilo único y una personalidad propia y fuerte que nos atrapa y divierte de principio a fin, y es casi una obligación que los jugadores que disfrutaron de los títulos mencionados le den una oportunidad.