En su Aniversario número 20, PES busca con desesperación recobrar el nivel que tuvo hace dos generaciones de consolas (PlayStation 2 y Xbox), y hoy, después de horas de juego, te contamos si lo está logrando

Los que tienen arriba de 21/22 años, recordarán con nostalgia aquellas horas interminables de partidos contra sus amigos o la máquina en Winning Eleven, después bautizado como Pro Evolution Soccer en Occidente. Pero también recordarán el bajón de calidad al comenzar la pasada generación de consolas (PlayStation 3 y Xbox 360) y el principio del liderazgo de FIFA, cada día más vigente.

Con PES 2016, Konami demuestra que encontró el camino, pero que avanza a pasos pequeños, y que a este ritmo jamás alcanzará a su principal competidor.

La fluidez a la hora de los pases, mejoró mucho, como también el motor de impacto. Los jugadores utilizan de mejor manera el cuerpo para quitarse la pelota, y eso es algo para agradecer. Pero el problema principal desde hace años, sigue ahí, más presente que nunca: los arqueros (porteros).

La poca variedad de movimientos de los mismos, su escasa velocidad y la lenta reacción a los disparos a puerta, son capaces de arruinar todo un partido, ya que si llevas menos de un gol de ventaja, da la sensación de que con cualquier mano a mano o tiro al arco, pueden sacarte la victoria. Y eso es una muy mala noticia para un juego de fútbol.

 

                                     

 

A eso le podemos sumar la poca capacidad defensiva de la máquina al momento de bloquear un pase en profundidad por el medio. En esas jugadas, casi con seguridad, los centrales rivales dejan un hueco enorme y nuestro número 9 pasa cual peatonal para, encima, enfrentarse con un portero que poco puede hacer contra nuestros disparos. *Las imágenes de arriba demuestran la baja inteligencia artificial

Pero no todas son pálidas ni críticas, ya que de un año al otro, PES ha mejorado notablemente, y eso es algo que hace que veamos una luz al final del camino.

Como les decíamos al principio, la calidad del motor de impacto es notable y los movimientos y aspecto de los futbolistas son más que sobresalientes. En esto último es donde siempre se destacó el título de Konami por sobre el de EA Sports. Cada futbolista, de los equipos más destacados del planeta, se distinguen a simple vista, no solo por su rostro, sino por su forma de moverse en la cancha.

Aunque, sin lugar a dudas, la mayor fortaleza de PES desde hace algunos años, son las licencias de las principales Copas Internacionales. UEFA Champions League, Libertadores de América, UEFA Europa League, Sudamericana y Champions de Asia, están presentes en la entrega que celebra las veinte velas de la franquicia, y eso es algo que inclina la balanza para el lado de la mítica compañía japonesa. Ya que si bien a nivel ligas y clubes nunca se destacó, si que lo está haciendo bien con las copas, que si estuvieran del otro lado, ya no habría nada con lo que competir.

 

                                    

 

Ya en el plano de los modos de juego, siguen siendo tan buenos como los años anteriores, con el Master y Ser una Leyenda como estrellas offline y con myClub (el Ultimate Team de PES) en la parte Online. Además, por supuesto, como es costumbre en los juegos actuales, también están presentes los amistosos online y Copas programadas con un par de días de duración. En estos modos, Pro Evolution Soccer no tiene nada que envidiarle a su único competidor, aunque no hay demasiada evolución con respecto a la entrega del año anterior. Excepto en myClub, donde ahora los jugadores van subiendo de nivel a medida que van avanzando los partidos.

Ya en la parte gráfica, se nota el trabajo del motor desarrollado por Kojima, el Fox Engine, que le da un nivel de detalles a los jugadores como nunca antes se vio en la saga, aunque esta siempre se haya destacado en este asunto. Además, los estadios (pocos, es verdad) están recreados de excelente manera y la ambientación sigue siendo tan buena como siempre.

Otra de las mejoras importantes es la de la física de la pelota (algo pesada por momentos), ahora mucho más realista, natural, y un poco más difícil de dominar. No tan pegada al pie como antaño.

Ya casi terminando, vale la pena destacar la interfaz del juego, ahora muy similar a la de FIFA, que a su vez se inspiró en Windows 8, pero que aunque no sea original, mejora la que venía arrastrando de hace años y que necesitaba un soplo de aire fresco. Ahora, moverse entre los modos es mucho más intuitivo y simple, y hasta más lindo y moderno a la vista.

 

                             Pro Evolution Soccer 2016_20151011153732

 

Por último, la banda sonora nos remite a la nostalgia e implementa el clásico “We are the champions” de Queen, presente en las mejores entregas de la primera PlayStation, más otros buenos tracks que completan la lista.

 

Conclusión

Estamos ante el mejor Pro Evolution Soccer de los últimos años, pero con bastantes altibajos. Por momentos lo amaremos, y por otros lo odiaremos. Aunque, como mencionamos en una parte de este análisis, vemos una luz al final del camino. Konami empezó a dejar claro por dónde quiere llevar la franquicia, claramente para el lado arcade, y eso es para agradecer, ya que saber qué estás comprando es clave para el consumidor, y tener claro que estás vendiendo, es clave para las compañías.

Author Juan Lomanto
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