GET READY FOR THE NEXT BATTLE
No es fácil llegar a un nivel de juego competente en Tekken 7. Para nada. Sobre todo si esta es la primera vez que vas a meterte en la complicada historia de los Mishimas, la familia más disfuncional en el género de los juegos de pelea. Pero si tu intención es dedicarle un poco de tiempo de tu vida, no hay mejor Tekken con el cual empezar que éste.
Gameplay
Siempre fue muy gratificante lanzar a tu oponente al aire y tratar de meterle la mayor cantidad de golpes posible antes de que toque el suelo, pero esta vez el gameplay característico de la saga llega a su cúspide con nuevas mecánicas que vuelven todo mucho más dinámico.
Una de las novedades son las “Rage Arts”, movimientos especiales que pueden usarse cuando tu vitalidad llega a cierto nivel. Estos ataques sacan una gran cantidad de energía y nos dejan ver una pequeña cinemática muy llamativa. Mi favorita personal es la de Dragunov, la brutalidad que aplica a su golpe final es muy satisfactoria de ver, incluso estando del otro lado.
Lo emocionante de las “Rage Arts” es que facilitan la remontada desde el más mínimo pixel de vida, lo que hace que las peleas se vuelvan mucho más emocionantes a los ojos del espectador, y junto con los nuevos enfoques de cámara y nuevas opciones ofensivas como los “Rage Drives” -que son ataques especiales específicos de cada personaje-, convierten al nuevo Tekken en algo que cautiva a los menos experimentados.
Los modos de juego están divididos en online y offline. Ambas categorías nos dan “Fight Money” con el que podemos comprar infinidad de cosas para ponerle a nuestros personajes, desde ponchos y cascos hasta una pizza gigante y una escopeta que incluso se puede usar en el medio de la partida como una especie de burla.
El online está compuesto por lo que te imaginás. Modo clasificatorio para subir de rango, y las “Player Matches” -que son peleas casuales-. Ambos modos cuentan con motores de búsqueda con varias opciones para filtrar jugadores.
La interesante nueva adición es el modo torneo, el cual nos deja poner una recompensa y armar nuestro propio camino a la victoria. La idea de poner Fight Money al final para incentivar la creación de torneos está muy bien pensada y le agrega el toque final a la competencia.
Los modos offline que podemos jugar son el clásico arcade, Treasure battle y por supuesto práctica y versus.
Treasure battle es un modo nuevo que me genera un poco de confusión. La idea es ir ganando batallas una atrás de la otra consiguiendo dinero e items aleatorios y, mientras que tu racha siga en pie, los enemigos cada vez se vuelven más fuertes.
Apenas perdí le dije chau a todo lo que había ganado, o por lo menos el dinero que parecía ir aumentando. Pero para mi sorpresa ese no fue el caso. No importa si decidís continuar, te retiras o perdes, todo lo que ganaste se conserva. Hubiera estado muy interesante si el modo fuera una especie de apuesta con mejores premios mientras más difícil sea, pero que al perder desaparezca todo lo que ganaste.
El arcade por supuesto está de vuelta. Pero esta vez de forma muy breve. El modo cuenta solo con 5 peleas antes del malo final y ni siquiera hay algún tipo de escena al terminar, dando una sensación de escasez cuando se compara al arcade de otros juegos.
De todas formas el modo más importante del offline es el modo historia, que promete terminar de una vez por todas el enfrentamiento milenario entre Heihachi Mishima y su hijo Kazuya.
¿De qué va el juego?
Uno de los puntos principales de que el juego por fin haya salido del limbo de los arcades es poder jugar el modo historia y tengo que decir que, aunque entretenido, no le veo mucha trascendencia.
Las cinemáticas están intercaladas en cada capítulo con peleas que intentan transicionar de manera fluida entre película y combate, a la NetherRealm, pero te tiran en medio del combate sin previo aviso siempre recibiendo algún golpe o ataque especial que te deja en desventaja.
Hasta que te das cuenta de cómo esquivar el ataque o si hay que bloquear es probable que ya hayas recibido varios tortazos. Además de esto la historia cuenta con segmentos superpuestos en forma de imágenes estáticas que van contando la historia de un periodista anónimo que investiga las aventuras de los Mishima. Esto sirve mas que nada para ir recapitulando lo que sucedió en los juegos anteriores
Este formato de imagen estática también aparece a veces de forma arbitraria dentro de la historia principal…para abaratar costos.
Lo que mejor hace el modo historia es poner al dia a los jugadores nuevos o que hace mucho que no juegan un Tekken. No explora en detalle a cada personaje, pero recapitula los eventos más importantes de la saga de forma que lo principal no quede fuera de contexto.
Después, si necesitas saber quién es Lars o quien es Alisa, vas a tener que jugar las entregas anteriores.
Por desgracia, la historia está en su mejor momento cuando está visitando el pasado. Los puntos nuevos de la trama que se introducen nunca se solucionan y los personajes nuevos que se agregan, como por ejemplo Claudio el exorcista, están de mas y no sirven ningún propósito más que justificar su espacio dentro del juego.
Aparte de la historia principal, cada personaje tiene su propia historia alternativa como extra dentro del modo. Y estas son simplemente una pelea única contra algún rival, que termina en una presentación. Los mini-capítulos dan la impresión de solo haberse incorporado para no dejar ningún personaje de lado, no contribuyen en nada a la historia principal y están poco pensados.
Gráficos
Gracias a Unreal Engine 4, los modelos de los personajes y los escenarios se ven excelentes y la línea estética de la saga caracterizada por su elegancia y energía pura es totalmente respetada.
En cuanto a la iluminación y las sombras, se podrían refinar más. Durante las peleas se puede notar un poco, pero donde esto se vuelve más evidente es durante las escenas del modo historia. Cuando se enfoca la cara o el cuerpo de algún personaje algunas veces se ve bien, pero otras veces se ve totalmente plano.
Las animaciones en gran parte están excelentes. Su mejor momento es durante la acción, cuando los personajes están de cuerpo completo tirando piñas o pateando misiles como Heihachi. Pero cuando pasamos a un plano estático, donde el foco principal son las expresiones faciales o una conversación, se puede ver claramente donde es que se podría mejorar.
Sonido
Las bandas sonoras y la mezcla de sonido de los Tekken siempre fueron excelentes y Tekken 7 no es la excepción. Todas las canciones presentan una coherencia que se mantiene a lo largo de la multitud de modos. Cada canción tiene su propósito y lo cumple. El tema usado en la pantalla de selección de personajes tiene la intención de prepararte para la pelea que se viene, mientras que el tema del menu pretende provocar cierto sentimiento de nostalgia.
De todas formas, si por alguna razón no es de tu agrado o simplemente preferís el soundtrack de alguno de los anteriores Tekken, todos están disponibles para elegir en la galería, desde Tekken hasta Tag Tournament 2.
También es posible combinar varios temas de distintos juegos y guardar tu propia playlist, pudiendo seleccionar así lo mejor de todo y armar tu lista de reproducción ideal. Ciertamente Bandai Namco tuvo en consideración todos los escenarios posibles a la hora de la musicalización.
Conclusión
Mientras que otros juegos de pelea intentan simplificar a sobremanera sus mecánicas para facilitar el acceso a nuevos jugadores alienando así a sus fans veteranos, Tekken logró encontrar el balance perfecto. Las nuevas mecánicas les dan muchas más opciones a los no tan experimentados y crean un espectáculo que da gusto mirar, pero la balanza no se inclina de un lado ni de otro, ya que un jugador experimentado siempre va a salir airoso de cualquier encuentro recompensando su dedicación.
Tekken 7 es un juego de pelea excelente que es tirado un poco abajo por su deslucido modo historia y su desordenada narrativa. A pesar de esto, el apartado gráfico y de sonido se encuentra mejor que nunca y el gameplay está más refinado de lo que estuvo en años, poniendo así su concisa marca en la última generación de consolas de una vez por todas.